Con la popularidad y la promoción de los cigarrillos electrónicos en todo el mundo en los últimos años, ¿cuánto pueden reducir los daños los cigarrillos electrónicos en comparación con los cigarrillos? Es algo que muchos usuarios de vape siempre han querido saber. Descubriremos más con este artículo.
Los cigarrillos electrónicos son ampliamente aceptados en países desarrollados con campos de investigación científica activos, como Europa y los Estados Unidos, y el gobierno también ha introducido políticas correspondientes para supervisar de manera efectiva los cigarrillos electrónicos para promover el proceso de salud e higiene públicas. Sin embargo, debido a los impuestos nacionales, la intervención de grupos tabacaleros y la mala interpretación de los medios, algunos países y regiones han prohibido los cigarrillos electrónicos. Sin embargo, a medida que los beneficios de los cigarrillos electrónicos para la salud pública en algunos países desarrollados se han vuelto cada vez más obvios, muchos países han comenzado a liberarse gradualmente de la sospecha inicial, prohibiendo, levantando la prohibición, legalizando los cigarrillos electrónicos y poniéndolos en circulación. supervisión normal del gobierno. Como Canadá, Filipinas, Indonesia, etc.
Public Health England (PHE) publicó un informe en 2015 que indica que los cigarrillos electrónicos son una alternativa más segura que el tabaco tradicional. Cigarrillos electrónicos: una actualización de la evidencia. El informe resume una gran cantidad de estudios científicos y llega a una conclusión clara: los cigarrillos electrónicos pueden reducir el daño en aproximadamente un 95 % en comparación con el tabaco tradicional, y se espera que se usen como una alternativa a los medicamentos para la abstinencia del tabaco, como los parches de nicotina. La Agencia de Salud Pública Británica incluyó esta conclusión en su sitio web oficial del gobierno para recordar a los fumadores británicos que existe una forma alternativa y más segura de detener o mejorar los daños causados por el tabaco a los fumadores.
En 2016, la Agencia de Salud Pública de Inglaterra y 13 organizaciones de salud pública emitieron una declaración conjunta en la que acordaron que los riesgos para la salud de los cigarrillos electrónicos son menores que los de los cigarrillos tradicionales y apoyaron su uso como herramienta para dejar de fumar.
El Royal College of Physicians publicó un informe de investigación en 2016, Nicotina sin humo: reducción del daño del tabaco (nicotina sin humo: reducción del daño del tabaco). Los resultados del estudio sustentan las siguientes conclusiones: 1. Los cigarrillos electrónicos no son la puerta para fumar; 2. Los cigarrillos electrónicos no conducirán a la normalización del tabaquismo; 3. Los cigarrillos electrónicos son muy útiles para dejar de fumar; 4. En comparación con otros productos de tabaco, el daño a largo plazo de los cigarrillos electrónicos puede ser inferior al 5 %.
En 2016, científicos de diversas disciplinas de todo el mundo, tras varios años de investigación sobre los cigarrillos electrónicos, llegaron a una conclusión definitiva: los cigarrillos electrónicos son mucho menos dañinos que los cigarrillos y pueden usarse como una herramienta poderosa para reducir los daños causados por el tabaco. Un gran número de personas dedicadas a la investigación en este campo Médicos y profesores emitieron una carta abierta conjunta a la Organización Mundial de la Salud, proponiendo que la Organización Mundial de la Salud y los gobiernos analicen con calma los argumentos científicos, no acepten ni promuevan la mala interpretación de los cigarrillos electrónicos. por medios defectuosos, y debería incluirlos en la política global de reducción del consumo de tabaco. La herramienta esencial de elección para trabajos peligrosos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cree que los cigarrillos electrónicos son una frontera en evolución y están llenos de esperanza para el control global del tabaco, pero también deben controlarse. Según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud en 2017, 52 países de todo el mundo han dejado claro que los cigarrillos electrónicos son legales y han comenzado a implementar la gestión. La OMS espera que más países introduzcan regulaciones de gestión de cigarrillos electrónicos para garantizar el uso legal y seguro de los cigarrillos electrónicos.